
© Musée de la Contrefaçon, París, Francia
Zapatilla con imitación del estampado de cuadros de Burberry
Los falsificadores sacan provecho de manera indiscriminada de la hipocresía consumista de querer más, más barato y más nuevo, deseando al mismo tiempo estatus, singularidad y autenticidad. No obstante, cuanto más se condena la falsificación, ¡más parece prosperar! La tendencia del «consumo irónico» incluso prefiere la falsificación antes que lo «auténtico» como forma de rebelión contra el capitalismo. Y si vamos aún más lejos encontramos la imitación responsable: pieles sintéticas, diamantes sintéticos y cuero vegano.