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Zastava 750, fabricado con licencia de FIAT
Yugoslavia, 1978
Casa de la Historia Europea, Bruselas (Bélgica)

Ser dueño de un coche, antes privilegio de los ricos, era ahora posible para un número cada vez mayor de personas y se convertía en símbolo de la prosperidad europea. Sin embargo, en el Bloque Oriental, donde la producción no satisfacía nunca la demanda, los automóviles eran un objeto de lujo a los que a veces solo se podía acceder tras varios años en listas de espera.  FIAT, fabricante italiano de vehículos, vendía licencias de sus modelos emblemáticos en otros Estados del continente.